Homenage a Pepe Sales
Pestanyes primàries
La celebración de la X edición del Festival de Arte Independiente Pepe Sales y la reposición el pasado sábado en el Canal 33 del documental Pepe Sales: Pobres, pobres... me han llevado a repasar cómo llegué a este personaje y la visión que me he hecho desde entonces.
La primera vez que escuché el nombre de Pepe Sales fue a través de Albert Pla, cuando montó el CD y espectáculo 50 cançons d’amor i droga (BMG, 2005) que fue paseando por diferentes escenarios. Hay que agradecer a Plan el hecho de que gracias a él la figura de Sales llegara a un público más amplio entre el que me incluyo. En mi caso sólo le agradezco esto porque una vez empecé a profundizar en el tal Sales me di cuenta de que aquel espectáculo que presentaba se quedaba en la superfície del personaje y proyectaba una imagen que hasta cierto punto era simple. Encontré que aquel espectáculo buscaba la imagen fácil y el recurso rápido. El show por encima de todo. Tengo clavada la imagen del bufón Albert Pla tirando la jeringa y la aguja como un dardo en la cruz de la farmacia. Aquello me pareció un acto sensacionalista y de muy mal gusto. Creo que Sales vivía todo aquel tema de otra manera más cercana al dolor y la amargura, alejado de aquella imagen tan frívola que exhibió Pla.
Decidí empezar a buscar más referencias en torno a Pepe Sales. Primero los grandes titulares, que su apellido estaba estrechamente vinculado a la historia de la literatura catalana. Su tío era el autor de Incerta Glòria. Años más tarde descubrí y leí con atención aquel libro que recogía sus letras, diarios y dibujos, Sense re, sense remei (La Breu Edicions, 2009). Entonces empecé a construirme la primera imagen del tal Salas. Un hombre que pintaba con un estilo muy particular del que me impresionó los trazos que imprimía en aquel "San Cristo". En la red descubrí que muchas de aquellas letras las cantaba acompañándose él mismo con la guitarra en pequeños conciertos y lugares indeterminados. Era curioso observar que aquellas letras y aquel estilo tan personal no hubieran sido ordenados y dirigidos para el establecimiento de una carrera propia de altos vuelos. Seguramente nunca se preocupó y su única intención era la de sacudir el momento, crear una reacción en el preciso instante que pasaba, el futuro no interesaba. La necesidad vital de incidir en aquel presente despreocupándose del resto también debería estar influida por la heroína, una mochila que iba y venía y de la que nunca se pudo desprender. Un año en la cárcel, la heroína y el Sida acabarían marcando aquella vida. Esta era a grandes rasgos la radiografía que me hice del personaje. Ahora bien, todo tomó otro cariz y me elevó el personaje cuando descubrí que Pepe Sales estaba ligado a Bocanegra, la banda liderada por Víctor Obiols que a mediados de los años 80 marcó un punto de inflexión y calidad en el panorama del rock catalán. No me cansaré de reivindicar el único disco que hizo el grupo Bocanegra, Bocanegra U (1986). A la larga me gustaría hacer una historia más completa que bien lo merece y es de justicia.
El hecho de conocer y poder intimar con Víctor Obiols también me proporcionó un acercamiento más profundo a la figura de Sales. Recuerdo el día que me enseñó un dibujo de Pepe Sales que llevaba el subtítulo "Sangre sobre papel de barba". Sales había utilizado su propia sangre y una aguja para hacer ese dibujo. Me impresionó tanto por la pintura utilizada como por el estilo y el trazo. Aquel dibujo era el que tenía que ir en la cubierta del libro de poemas Carrer d’hivern (1983) pero que el editor rechazó. Obiols rehizo la injusticia incluyendo una reproducción del mismo entre las páginas de Sol de lluna ple. Poesia (1.974-1.999) (Els Llums, 2015).
Pero lo que más me sorprendió fue cuando me descubrió el trabajo que él había editado en homenaje a su amigo Pepe Sales, el Bloc de lírica dura (Agharta Music, 2005). La generosidad de Obiols llegó al extremo de regalarme el CD de una manera sincera y sin ninguna pretensión. Recuerdo que me dijo que me gustaría.
En el CD había 17 canciones, 17 letras de Pepe Sales vestidas para la ocasión por Víctor Bocanegra, en algunas recibió la ayuda de Coque Vázquez. La base principal de aquel disco era Víctor Bocanegra, piano y voz; Hernan Flores, bajo eléctrico; David Xirgu, batería y Joan Vinyals a las guitarras. Todo aderezado con colaboraciones de lujo como Raynald Colom o Olvido Lanza.
Aquellas letras, muchas de las cuales ya había leído en el libro póstumo o escuchado a través de Pla cogieron otro matiz y profundidad. Me dieron una visión mucho más poliédrica que la que había tenido hasta entonces. Aquel CD te colocaba en un espacio y una dimensión muy especial. Describía a la perfección el paso por el sufrimiento, el descontrol o el entorno vital en el que se manejaba aquel Sales. El envoltorio de la música de Víctor Obiols y la manera en como enfocaba aquellas letras era real, profundo, sincero, sencillamente impresionante. A través de Víctor Obiols aquellas letras me penetraban de una forma mucho más intensa y hasta cierto punto sentí el abismo y esa sensación que a veces se pide al arte, que te sacuda. La crudeza y la sensibilidad de "5221" con la escena de la habitación con la madre y su hijo muerto en brazos es indescriptible.
Habría que revisar el mito Pepe Sales poniendo en primer término el Bloc de lírica dura.
“És just, si va néixer,
que mori als meus braços,
com feu la Madona a la creu.”
I la seva mare el gronxa...