El jazz en Terrassa
Solapas principales
El legendario pianista Kenny Barron actuó el pasado día 9 de marzo en el 38 Festival de Jazz de Terrassa. En la entrevista que publicaba el día anterior el diario La Vanguardia, Barron decía lo siguiente: "... es una gozada tocar aquí porque el público, realmente, vive y siente la música. Una de las cosas que me gustan más de este festival es que está dedicado a la música de verdad. "
La relación y el romance del Festival de Jazz de Terrassa y Kenny Barron viene de lejos, ya que el enorme pianista ha actuado en diez ocasiones. Además, fruto de esta relación en esta edición ha sido declarado Jazzterrasman 2019.
El Festival de Jazz de Terrassa se está llevando a cabo durante todo el mes de marzo. Con epicentro en la Nova Jazz Cava, el festival amplia su eco en plazas y calles de la capital vallesana y algunos pueblos de alrededor. Más allá de la crítica de los conciertos, que en muchos casos ya sale referenciada en la prensa, radio y televisión, en esta ocasión me gustaría poner énfasis en este pequeño milagro que durante el mes de marzo sitúa la Nova Jazz Cava y Terrassa como una de las grandes referencias del jazz internacional. Y digo pequeño milagro porqué a pesar de las dificultades que el mundo de la cultura sufre, la Nova Jazz Cava resiste y celebra su 25 aniversario. Pero es que además en esta edición también se conmemora el 60 aniversario del Club de Jazz de Amigos de las Artes, el epicentro de este pequeño milagro. Para intentar situar esta hazaña, el festival había programado dos actividades interesantes de seguir. En primer lugar, el día 7 de marzo con el título Un viaje por el 60 aniversario, Valentí Grau, el alma y el motor de la Nova Jazz Cava, pero también una de las personas más importantes en la historia de nuestro jazz de los últimos cincuenta años, presentaba un acercamiento a la historia de estos sesenta años con imágenes y soplo de velas incluido. Al final, como no, música, con la Terraza Jazz Ensemble donde se encontraban varios músicos históricos del jazz de Terrassa como Adrià Font, Josep Maria Farràs y nuevas generaciones como Sergi Torrejón o Jofre Alemany.
La otra actividad que merecía una atención especial fue el cine forum que se realizó el miércoles 13 de marzo en la misma Nova Jazz Cava. Karles Torra era el maestro de ceremonia de dos películas también ligadas a la historia del jazz y de Terrassa. En primer lugar JazzVacc (2012), un documental de Jordi Vacca que rescataba la figura de Vicenç Vacca, el guitarrista y curioso flautín que mantuvo una carrera importante e influyente en el jazz catalán de la segunda mitad del siglo XX. En el documental descubríamos como Vacca, aparte de ser un virtuoso de la guitarra con un estilo muy personal, había destacado con el flautín, un instrumento que había sacado de su encasillament en la sardana y lo había llevado al jazz. Y lo había hecho de una manera natural, poniéndolo a la misma altura que cualquier otro instrumento habitual del jazz. Valga como referencia el paso de Bill Coleman por Granollers cuando al compartir escenario con Vacca se quedó maravillado viéndolo tocar el flautín codo con codo con su trompeta. También era muy interesante la relación de Vacca con Terrassa y su paso por el Modern Jazz Quintet de Terrassa. Pudimos ver unas imágenes de una actuación en el Palau de la Música que tenían un valor incalculable. Tras JazzVacc, era el turno para otra pequeña película, Nacimiento de la Cava (1971), una cinta de 23 minutos donde Adrià Font de manera casera había grabado y montado los inicios de la primera Cava que hubo en Terrassa. La cinta tenía una especial relevancia y valor para ver la forma en que se llevó a cabo aquel pequeño milagro. Tras el visionado entendías porque todo lo que pasa en Terrassa relacionado con el jazz es tan especial y diferente. En aquellas imágenes veíamos un grupo de personas entre risas y bromas, picando, sacando escombros, enyesando, moviendo tierras y poniendo ladrillos a aquel primer local. Aquellos albañiles ocasionales eran un grupo de amigos que desde la modestia pusieron los cimientos y dieron forma a aquella primera Cava de manera apasionada.
Un pequeño milagro que continúa en el que después de ver todo esto vamos a los conciertos y entendemos porque este Festival es tan especial. Ya lo decía Barron al principio: "... es una gozada tocar aquí porque el público, realmente, vive y siente la música. Una de las cosas que me gustan más de este festival es que está dedicado a la música de verdad. "